Con la llegada de la primavera y el verano llega el calor.Si hacemos ejercicio en condiciones de elevada temperatura ambiental debemos tener en cuenta una serie de conceptos claros para que el ejercicio no llegue a ser perjudicial para nuestra salud. Vamos a ver algunos de ellos, como por ejemplo la rehidratación.
El calor se produce por el aumento de la temperatura ambiental. El calor corporal, que es la temperatura que tiene nuestro cuerpo en un momento dado, también aumenta con la temperatura ambiental, pero se incrementa aún más con el ejercicio físico (recordad que esa es una de las finalidades de los ejercicios de calentamiento)
La temperatura corporal no debe aumentar en exceso, si bien un aumento moderado es aconsejable para la práctica de ejercicio físico pues la contracción muscular se ve facilitada, así como las conexiones neurales que llevan el impulso eléctrico que es el responsable de la activación de los músculos. Pero en exceso puede producir un GOLPE DE CALOR y esto puede poner en riesgo hasta la propia vida.
Basta con aplicar unas sencillas reglas para la práctica de ejercicio físico con temperaturas elevadas, aunque si la temperatura es muy elevada es mejor dejar el ejercicio físico para las horas más frescas del día.
Veamos algunas de esas normas o reglas a seguir:
1. Utilizar ropa adecuada con tejidos transpirables, que absorban la humedad producida por el sudor, como el algodón, o tejidos más técnicos como el coolmax o similares.
2. NUNCA estar expuestos al sol sin protección solar, o sin ropa que nos proteja (quitarse la camiseta o similar no es nada aconsejable). Los casos de cáncer de piel son demasiado frecuentes por este motivo.
3. Rehidratarse adecuadamente. La rehidratación, que es volver a hidratarnos o beber agua tras la pérdida de líquidos corporales, es fundamental cuando se practica ejercicio físico, y más si cabe en condiciones de calor en las que las pérdidas de líquidos es mayor.
4. Para rehidratarse adecuadamente hay que beber agua, a pequeños sorbos, en cantidad de unos 250 ml (un vaso de agua) cada 15 minutos. Si vamos a realizar ejercicio físico por un tiempo mayor de 30 a 45 minutos, conviene que además de agua repongamos las sales minerales que se pierden por el sudor. Para ello, lo mejor es tomar bebidas isotónicas, que son las que tienen una concentración de sales similar a la del interior del organismo, para facilitar su absorción y evitar posibles problemas gástricos como las molestias en el estómago.
5. Si el ejercicio no va a tener una duración superior a 30-45 minutos no es necesario tomar bebidas isotónicas. Es absurdo pues no ha habido pérdida de sales minerales por el sudor en cantidad suficiente como para ser repuestas, y lo único que hacemos es aumentar la concentración de sales en el interior del organismo, que puede derivar en algún tipo de molestia.
6. Se debe beber ANTES, DURANTE Y DESPUÉS de la práctica de ejercicio físico.
7. No sirven para rehidratarse las bebidas refrescantes de cola, o el alcohol (al contrario el alcohol produce una mayor deshidratación, ya que para metabolizarlo o asimilarlo el hígado requiere de cierta cantidad de agua, con lo que aumentamos el efecto deshidratación que es lo contrario de la hidratación que buscamos)
8. Bebe antes de tener sed. Cuando tienes sed es un síntoma de que has comenzado a deshidratarte.
Con estas sencillas normas que se deben conocer no hay problema en practicar ejercicio en la primavera y el verano, pero recuerda: con temperaturas elevadas no es recomendable para la salud hacer ejercicio físico intenso, déjalo para otras horas más fresquitas del día.
Fuente: http://ef1esompt.blogspot.com/2009_04_01_archive.html
